Dos amigos osos peludos, Hank y Christian, están lanzando una bola de playa en la piscina cuando se hace una apuesta amistosa... quien deje caer la bola, se la folla. Antes de que empiece el juego, Hank ya sabe quién va a ganar. ¡Él no! Hank recompensa al campeón con una mamada junto a la piscina antes de ofrecer su culo peludo para que Christian se lo folle con su polla palpitante y dura como una roca. Christian no es tímido a la hora de dar a conocer su placer gruñendo y gritando lo suficientemente alto como para que todo el vecindario lo oiga.