En la autopista del amor, a todos nos viene bien un paseo de vez en cuando. Furioso con su mentiroso y tramposo novio Tyson Tyler, Landon Conrad sale a la carretera. Y ¡qué suerte! El servicio de coches al que llama envía a un encantador cubano (Angel Rock) a recogerle. Angel le presta oídos y le aconseja. La igualdad de condiciones repara un corazón roto, le dice a Landon, y el juego es limpio. ¿Y qué si Angel está hablando menos desde su corazón que desde sus pelotas? Sabe lo que le pasa a Landon, y está encantado de hacerlo. Salta por encima del tabique y, posición tras posición, devuelve a Landon a la vida. Cuando las pollas son tan grandes y los chicos tan guapos, ¿a quién le importa si el contador sigue funcionando?