Un chico malo con altos niveles de testosterona se encuentra con un hombre de negocios en el cine porno local. Son muy diferentes, pero hay algo que los acerca: ¡las ganas de sexo! ¿Atracción opuesta? Tal vez, pero el mismo amor por la polla. Al chico malo le encanta darla y al hombre de negocios le encanta recibirla.