El joven asistente personal de un rico hombre de negocios tiene la misión de encontrarle regularmente rubiecitos para que pueda follárselos y correrse tantas veces como quiera. Cuando el asistente le trae a su jefe un moreno, se le nota la frustración en la cara. No está contento y decide poner a prueba a su empleado. ¿Es su culo lo suficientemente bueno para él? ¿Necesitará alguna vez follarse a otro chico? Por el aspecto de la carga que dispara al final de su sesión, parece que el asistente personal es más que capaz de satisfacer todas sus necesidades personales. ¡! ¡!