Este jovencito gay está de vacaciones en Roma con sus padres y se escabulle a un local gay. Es tan ingenuo que cree que allí sólo dan masajes. Rápidamente es seducido por un dom. El tío le enseña su polla grande y dura y el jovencito no puede resistirse y empieza a chuparla. Hasta ahora, sólo se había masturbado con amigos, pero ahora descubre el sexo de verdad. Por fin le follan y gime de placer. Está a punto de conseguir su primera cría gay y se vuelve instantáneamente adicto a la sensación de esperma caliente fluyendo dentro de él.