El trabajador de la construcción Thomas Friedl tiene un descanso del trabajo al lado de la autopista. Mientras Thomas duerme una siesta, Mirko Heres pasa y se aprovecha de la situación. Le quita la cartera a Thomas y sale corriendo. Thomas se da cuenta y corre tras él. No pasa mucho tiempo hasta que atrapan a Mirko. Thomas está enfadado con él y quiere vengarse. Empuja a Mirko hasta las rodillas, abre sus pantalones y le saca la polla dura como una roca. Thomas mira hacia abajo con satisfacción mientras Mirko hábilmente chupa la enorme polla de Thoma. Una gruesa escupida aparece cuando Mirko profundiza en el eje de Thomas y le chupa sus enormes pelotas. El cerdo caliente Mirko se asegura de que cada centímetro sea reparado, y sigue trabajando hasta que está listo para metérselo por el culo. Antes de dejar que Thomas lo penetre, Thomas se da la vuelta y expone su culo a la lengua de Mirko. Mirko le da la lengua con entusiasmo al peludo agujero de Thomas.
La testosterona de los sementales calientes continúa enfurecida mientras Thomas da vuelta a Mirko para ver su perfecto y atractivo trasero. El estrecho agujero de Mirko está listo para ser follado. La cara de Mirko se llena de éxtasis cuando siente que la enorme polla de Thomas empieza a follarle salvajemente. Thomas se lanza como si fuera el último culo que se va a meter, estirando a Mirko hasta los límites absolutos con cada golpe de su ingle hinchada. Thomas gruñe y se adentra en la bien trabajada puerta trasera de Mirko mientras Mirko pide a gritos más. Mirko tiene ganas de comer algo de semen y se mete entre los muslos musculosos de Thomas para tomar hasta la última gota que el semental le ofrece en su cara y en su hambrienta boca.