Traído a la casa de campo por el sexy y bronceado Theo, Rio tiene su ojo puesto en este trozo de carne fresca, y se queda en el camino con él, coqueteando escandalosamente. Theo, con la cabeza en el motor del coche se da cuenta de la libido de Rio, y le hace señas para que entre en el granero abierto, ¡Rio apenas puede creer en su suerte! Con pesados besos y un intenso juego previo, Theo se abre paso rápidamente por el cuerpo de Rio y sólo se detiene cuando libera la palpitante polla de los vaqueros de Rio. Rio le da un fuerte golpe en la cara mientras Theo saca su propia gran polla al aire libre. Rio no puede evitar querer probar su carne y lo empuja hacia arriba y contra una escalera de mano donde se arrodilla y se lo traga todo. Después de saciarse con esa polla, le da la vuelta a Theo y se pone a trabajar con su ansiosa lengua en el suave culo de Theo antes de llenar el húmedo agujero con su palpitante polla. Río lo coge duro y profundo hasta que Theo dispara una gran y gruesa carga mientras es embestido y luego se arrodilla frente a Río y lo ve descargar de cerca.
