Es uno de los papás más calientes y lo sabe. Él tiene tanta virilidad en él, también mucho poder de dominación. Siempre ha sido así: a los chicos les encanta someterse a él. Esta tarde nuevamente toma en la mano a un musculoso chico latino. El coño del chico está mojado solo por escuchar su profunda voz de macho alfa y se deja dirigir como una mujer. La polla de papá es hipnótica, tan deliciosa, tan grande. Y siempre esas órdenes, esos gemidos de placer que empujan a hacer al perro. No hay más remedio que mamar y pedir más!