Cuando dos enormes y desgarrados repartidores llegan y se encuentran el taller vacío, hacen lo que cualquier otro tío bueno y cachondo haría: ¡¡¡Follar! ¡! Ambos altos, latinos y cubiertos de tatuajes y músculos ondulantes, tensan y flexionan sus brazos perfectamente bombeados y sus muslos carnosos mientras se exploran mutuamente, chupando pezones erectos y sensibles y comiéndose las axilas. Sin embargo, es la máquina de follar venezolana barbuda Tiko la que toma la iniciativa aquí, poniendo al esbelto Marius a cuatro patas y lamiéndole profundamente su culo alto y firme, saboreando su culo antes de meterle la polla y follarlo hasta dejarlo sin sentido, ¡llevándolos a ambos a un orgasmo explosivo! ¡!