Un hombre gay de 40 años, muy guapo, se relaja medio desnudo en su salón cuando se da cuenta de que el marido de su vecina lo está mirando. Se miran y se masturban y el marido se invita a más... La vecina no tendrá que saber que su marido es un chupapollas y le gusta que le follen el culo.
Un chico de treinta años nuevo en la escena gay es atraído por los chicos hardcore. Se encuentra con un semental de cuero que le mostrará cómo dar y recibir la polla como un hombre de verdad.
Para este treintañero viril y sexy, es LA llamada de su vida. Está a punto de ser dopado y explotado como nunca, y de experimentar una enorme erección. Llega a casa de un grupo de colegas domis que van a desnudarlo y rodearlo. Todos tienen erecciones, todos tienen pollas XXL jugosas, y el tío sabe lo que tiene que hacer. Bombeando consoladores, de rodillas, en modo sin bolas. El placer infinito de ir de una polla a otra, saboreando el gusto de las diferentes bellotas y su humedad, sabiendo que eres una zorra reducida a hacer chorrear a todo un grupo de machos cachondos... Uno a uno, los tíos le van a follar a tope. ¡Y le va a encantar !