Mientras está con su amante, un hombre ve aparecer en su despacho a dos desconocidos vestidos de traje. Los dos hombres resultan ser doms y quieren su culo. Sacan sus pollas de los pantalones y el hombre no puede resistirse: se entrega obedientemente a sus grandes pollas y se deja follar por ellos, mientras su amante mira, haciéndose una buena paja. Este momento de sexo perverso y desenfrenado no acaba aquí...